Cultura Ganadora
¿Qué mantiene unida a una organización? ¿Qué mantiene motivada y comprometida a las personas en una compañía para lograr sus resultados?
La respuesta para muchas compañías de alto desempeño es una Cultura Ganadora.
Para lograr una cultura ganadora organizacional, primero tenemos que entender que es la cultura. La cultura es un conjunto de valores, creencias, modos de vida, costumbres, patrones sociales y conocimientos de un grupo determinado. De igual manera, es la información y las habilidades que posee el grupo de individuos.
La cultura ganadora debe ser una iniciativa estratégica para cualquier organización o empresa. Sin embargo muchas organizaciones pequeñas, medianas y grandes nunca le han puesta la importancia debida.
Definamos que es una Cultura Ganadora. Es un conjunto de conductas y compromisos de cada uno de los individuos, el cual conlleva a la organización a tener resultados extraordinarios, una personalidad original, que la destaca sobre las demás de la industria que representa y por ende la vuelve única. Esto da como beneficios que la organización reclute mejor talento, se proyecte mejor en la comunidad, dé “empleabilidad” a su gente y sobre todo trae resultados de negocio sostenibles.
Una empresa que logra implementar una Cultura Ganadora, obtiene un mayor compromiso de sus colaborados y debe empoderarlos e inspirarlos a que actúen y piensen como los dueños de la misma, y logrando esto, tanto los empleadores como los empleados ganan más. En una encuesta realizada por la firma Bain & Company a 1,200 ejecutivos de alto nivel, demostró que el 81% de ellos opinan que una compañía sin una cultura ganadora va en camino a la mediocridad. De ahí que ellos consideran esencial implementar una cultura ganadora en sus iniciativas estratégicas.
Los siete bloques básicos para que una organización obtenga una cultura ganadora deben ser:
1. Visión – Sueño
2. Valores y Código de conducta
3. Desarrollar a sus líderes
4. Estrategia y planes inteligentes
5. Clima Organización
6. Ejecución
7. Resultados extraordinarios sostenibles
La base de la pirámide arriba ilustrada es la visión y el sueño de un equipo. Tenemos que tener una claridad conceptual acerca de lo que queremos construir en un futuro, aprovechando la capacidad de dirección y ejecución hacia su logro de manera constante. Cuando hay una visión compartida en una empresa, se logra formar un fuerte sentimiento de identificación y compromiso en el corazón y la mente de las personas. De este modo, el camino hacia el futuro lo realizan todos y cada uno de los miembros de la organización, aportando y desarrollando su potencial.
El segundo bloque es los valores y los códigos de conducta de la organización. Estos son los principios o guías para crear un conjunto de comportamientos de los individuos, los cuales ayudan generar acciones alineadas a los objetivos de la organización y le permite al personal interactuar de forma armoniosa y dar su máximo esfuerzo.
Cuando todos los valores están alineados, las personas suelen presentar actitudes como compromiso al logro de calidad y satisfacción del cliente, sentido de pertenencia y responsabilidad en sus acciones, se sienten escuchadas, logran observar una conexión directa entre su labor y los objetivos de la compañía.
El tercer eslabón de la cultura ganadora es el desarrollar a los líderes de la organización, o sea a todos los colaboradores, porque todos deben liderar sus tareas y personas a sus alrededor. Se debe desarrollar la capacidad de cada ser, para lograr influenciar a otros para que voluntariamente se empeñen en el logro de los objetivos de la compañía. Hoy en día, necesitamos líderes que puedan concebir una visión de lo que debe ser la organización y generar las estrategias necesarias para llevar a cabo la visión; así como, lograr relaciones colaborativas con los demás. Esto implica un grupo de personas altamente motivado, empoderado, entrenado y comprometido para lograr los resultados corporativos.
Como cuarto bloque, tenemos la elaboración de estrategia y planes inteligentes que le permitan al equipo de trabajo maximizar sus fortalezas e invertir adecuadamente los recursos y energía. Las estrategias y planes crean un modelo coherente, unificador e integrador de decisiones que determina y revela el propósito de la organización en términos de objetivos a largo plazo, programas de acción, y prioridades en la asignación de recursos, tratando de lograr una ventaja sostenible a largo plazo y respondiendo adecuadamente a las oportunidades y amenazas surgidas en el medio externo de la empresa, teniendo en cuenta las fortalezas y debilidades de la organización.
Luego, viene el establecer un clima organizacional saludable y motivador. Es fundamental que las características del medio ambiente laboral sean las óptimas, tomando en cuenta la estructura de la organización, delegación de responsabilidad, dar empoderamiento, recompensar el trabajo bien hecho, promover la aceptación de riesgos calculados, que exista un ambiente de trabajo grato y de buenas relaciones entre pares, jefes y subordinados. Adicionalmente, es importante el espíritu de ayuda, establecer normas de rendimiento, aceptar las opiniones diferentes, evaluaciones de desempeño, espíritu de trabajo en equipo, sentido de pertenencia, sentirse importante y sobre todo disfrutar el trabajo.
El sexto eslabón de la cultura ganadora es ejecutar los planes con excelencia. Este paso pareciera ser el más fácil y es en donde dedicamos casi que el mayor tiempo de nuestro trabajo, sin embargo, requiere de mucha concentración y dedicación. Aquí es importante validar que todos los miembros del equipo tengan claro los objetivos, estrategias y las fechas límites para asegurar los resultados. Se requiere de la toma de acciones con disciplina de parte del equipo y monitorear constantemente los resultados obtenidos para seguir avanzando.
Finalmente, vienen los resultados de la organización. Estos deben ser acordes a lo planeado y deben de ayudar a la obtención del sueño y visión de la compañía. No hay un equipo ganador sin resultados positivos. El motivo principal de tener una cultura ganadora es llegar a este último eslabón, en donde el equipo es dueño y responsable de resultados extraordinarios y sostenibles. La manera de que el equipo siga generando resultados es celebrando constantemente los éxitos obtenidos. Es la suma de los pequeños logros que conllevan al crecimiento total de las compañías e individuos.
El fin de lograr resultados financieros de una organización es poder cumplir su promesa de ganancia sostenible a sus accionistas y por ende, impactar positivamente la comunidad que los rodea.
Este proceso de cultura ganadora permite que todos salgan ganadores. Los empleados logran crecimiento de 360 grados (mejoran sus destrezas, aumentan sus ingresos, son felices, y logran mayor empleabilidad), los accionista disfrutan de retornos mayores de sus inversiones, y la comunidad se ve tremendamente beneficiada por las fuentes de trabajo generadas, por mejora de la economía local y los proyectos de ayuda social.
Por lo anterior, si vale la pena que las organizaciones inviertan en una cultura ganadora y así ganen admiración de los consumidores, clientes y comunidad.
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